Todo era completamente idéntico en el limbo, día a día, todos nosotros lo sabíamos pero nos refugiábamos en un búnker de mentiras y falsedad… pero jamás me arrepentiré de entrar en aquel bunker…
Tras el sufrimiento de cada uno de nosotros se escondía la verdadera felicidad al entrar en aquel bunker y eso jamás se me olvidara.
A pesar de lo mucho que nos machacaron siempre estaríamos todos unidos.
Por mucho que sufriéramos sabíamos que cada día al llegara aquel limbo nos esperaba la felicidad.
Supongo que debería contaros un poco el día a día de nuestra felicidad…je felicidad que raro que yo diga eso, porque siempre negué la existencia de la misma cuando estuve allí y todos ellos lo negaban y yo seguía negándolo pero con el tiempo me di cuenta de que la verdadera felicidad es posible pero lo descubrí demasiado tarde. Cuando todo ya había terminado…
Un día como cualquier otro en el limbo era una continua diversión, la felicidad fluía en nosotros como si de una energía extraña se tratase, supongo que no estábamos acostumbrados a ese sentimiento…
El diablillo era feliz con sus trastadas y sus bromas pesadas al ángel guardián todos éramos felices solo con ver a los demás, alo mejor es cierto que la felicidad de los demás nos equilibra…
Tanto Inanna como la diablesa se alegraban al ver a sus cerberos correr por el limbo.
Y yo era feliz viendo como ellos lo eran…
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