Todo comenzó un día en el limbo, un día mas como otro en su felicidad irreal. En un limbo lleno de humo, Inanna controlaba todas las artes entre ellas la mas ausente de todas escuchar. Te podía escuchar durante horas no importaba sobre que le hablaras siempre te ayudaría y te daría su opinión, supongo que por eso era una de las mas parecidas a mi o eso creo, nunca la olvidare...
Como al ángel guardián jamás podré olvidar esa forma de ser era... especial siempre estaba dispuesto a todo era la bondad personificada cuando necesitabas su ayuda ahí estaba. Nunca lo vi quejarse ni poner una mala cara siempre defendiendo a todos contra viento y marea, creo que jamás se arrepintió de ser como es.
Junto con el ángel guardián quien iría si no es el diablillo. Es el típico diablillo, al ser el mas joven cometía muchos fallos y caía muchas veces pero para eso estaba allí el ángel guardián para ayudarlo a levantarse y a olvidarse de esa caída. Pero el pobre diablillo era demasiado inocente e inmaduro supongo que estoy tranquilo porque se que crecerá y será un gran diablo.
Ablando de diablos...
No me podía olvidar de la diablesa, vivía en su infierno personal con solo la ayuda de ella misma porque nadie podía entrar en su infierno ni ella podía salir allí. Su único apoyo era Inanna asta que nos conoció, acabo pasando de apoyarse en un solo pilar llamado Inanna a apoyarse en cuatro pilares distintos nosotros. Cuando digo que es un ángel encerrado en un cuerpo equivocado lo que en realidad digo que es una diablesa sin maldad como un ángel.
En fin solo quedo yo... un renegado de si mismo que cayó del cielo al infierno y a base de sacrificio encontró su lugar en el limbo. Supongo que allí me sentía mejor porque no me sentía como un extraño sino como uno más aunque en el fondo sabía que no lo era...
No hay comentarios:
Publicar un comentario